Al caer la tarde del miércoles 26 se realizó la celebración de la Virgen del Pozzo –entronizada por el propio obispo de Zárate-Campana, Oscar Sarlinga, en marzo pasado- en la parroquia Santa Rosa de Lima de la localidad de Villa Rosa.
Más de 500 personas concurrieron a la misa oficiada por el obispo para lo cual se colocó una pantalla gigante para que los fieles pudieron seguir la celebración desde afuera del templo. De la ceremonia participó el párroco local Claudio Caruso y estuvo presente el intendente Humberto Zúccaro.
Concelebraron junto al Obispo diocesano y al cura párroco, Mons. Edgardo Galuppo – Vicario General de la diócesis – y el Pbro. Marcelo Monteagudo – Delegado episcopal para las Misiones –
En su homilía el Pastor diocesano explicó el sentido de la nueva Carta que ha escrito a todos los fieles pero especialmente a aquellos que se ven aquejados por este terrible mal, característico fundamentalmente en nuestra época.
En esta oportunidad se procedió a inaugurar el nuevo ambón desde donde se proclamará la Palabra de Dios y se recubrieron con blindex para darles mayor protección los cuadros de la Virgen y de San José.
El P. Claudio agradeció la presencia del Obispo, la colaboración constante de la autoridad municipal como así también la presencia masiva de los medios de Comunicación Social.
Anunció también que la Carta Pastoral de Mons. Oscar sobre este tema será publicada el sábado por el Diario El Resumen de Pilar y el Domingo por el diario Regional de Pilar, pudiendo de este modo llegar a toda la comunidad pilarense.
La Madonna del Pozzo es una advocación muy antigua, originada en un hecho prodigioso que ocurrió en el año 1256, durante el pontificado del Papa Alejandro IV, quien se hizo luego presente en el lugar y llevó él mismo en procesión por las calles de Roma, donde es hoy venerada en la iglesia de Santa María in Via.
La devoción es popular en Roma, y mucha gente acude a rezar y a beber el agua del pozo que aún hoy sigue manando en ese lugar. En la noche entre el 25 y 26 de septiembre las aguas desbordaron y trajeron a flote el baldosón con la imagen de la Virgen que había sido arrojada allí.
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